¿Puede orar el hombre de hoy? ¿Sabe el hombre de hoy hablar con Dios? ¿Le interesa?

Hoy en dia vivimos en un mundo cada vez más materializado donde predomina la tecnología, el consumismo, el bombardeo de noticias y estímulos audiovisuales, la valoración de la eficiencia y de la acción exterior.

En este cuadro, la oración no tiene sentido, ya que distrae de la única acción importante en la vida: “Buscar Nuestro Conveniencia y No La Del Prójimo”. “Buscamos De Dios Hermanos”.

Este mundo sociocultural influye negativamente en los jóvenes y hace difícil la oración en sus vidas, ya que no propicia la vida en profundidad y la atención a una interiorización basada en el silencio y en la reflexión.

Jesucristo recomienda la oración: “es preciso orar en todo tiempo y no desfallecer” (Lucas 18:1); “ustedes, pues, oren de esta manera: Padre nuestro que estás en los cielos” (Mateo 6:9): “pidan y se les dará, busquen y hallarán” (Lucas 11:9)…

Jesucristo vive en continua oración: “Se retiraba a lugares solitarios y se daba a la oración” (Lucas 5:16). Jesús ora antes de elegir a los apóstoles, antes de la resurrección de Lázaro, antes de la pasión, etc.

Que Es Orar?

La oración es una relación personal, consciente y amorosa con Dios. Es un dialogo familiar con Dios o, un trato amistoso con quien sabemos que nos ama.

La oración, por tanto, es una relación vital entre nuestro ser y nuestro Padre Celestial. Es un encuentro personal. Mutua presencia, intimidad gratuita y sinceridad.

La oración es la comunicación directa con Dios. La oración, efectivamente, sale de nuestro corazón  y termina en Dios. La Oración es vital para el crecimiento espiritual.

Es Dios quien nos mueve a orar, quien nos da la gracia de orar, iluminando nuestra mente por la fe y moviendo nuestro corazón por la caridad. Sin su gracia somos incapaces de hacer una oración (o a todo caso nada).

Para el no creyente la oración no tiene sentido, ya que sería  absurdo orar ante la nada. Para el cristiano, la oración es el sustento y el alimento de nuestra fe. En ella expresamos la fe, cimentamos la esperanza y nos llenamos del amor de Dios y de su Espíritu.

La oración, en este sentido es una necesidad para todo cristiano que desea ser fiel a la Palabra y ser obedientes a los planes que tiene Dios para nosotros.

Dios Les Bendiga,